En las alturas
Brooklyn Heights - Brooklyn - Top of the Rock
El sexto día amaneció especialmente caluroso... lo que era un problema teniendo en cuenta que íbamos a pasar el día al aire libre. Hoy tocaba ir a Brooklyn.
Brooklyn Heights es una zona privilegiada desde la cual puede verse la línea de edificios de Manhattan. Un poco más al norte, también los dos puentes principales de Nueva York que unen la isla sobre el East River. Para llegar hay que pasar por una zona semi-industrial que estaba en obras. Allí descubrimos nuestro primer "autobús de Otto", es decir, el típico autobús escolar amarillo.
Cuando llegas al parquecito, te quedas asombrado. Realmente las vistas son preciosas y es un sitio muy tranquilo desde donde puedes tomar fotos e incluso ponerte a tomar el sol en la orilla. Prácticamente no había gente... y os aseguro que es de las partes más bonitas de NY.
Nekrolite volvería el octavo día para hacer fotos de puestas de sol y con iluminación nocturna. Pero eso es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión. Pero las fotos son increíbles...
Caminar por Promenade ofrece un espectáculo visual realmente asombroso.
A media mañana decidimos que merecía la pena dar una vuelta por Brooklyn. Pasamos por delante de la famosa pizzería Grimaldi's, en la que ya había una cola considerable. De hecho estuvimos entretenidos mirando unos coches de época que había en la gasolinera de enfrente y al darnos la vuelta la cola se había multiplicado.
Como eran las 12, no teníamos hambre y descartamos quedarnos a comer en Grimaldi's. Quizá en otra ocasión.
Según te acercas al centro empiezas a ver el barrio residencial. Las casas son bajitas, de cuatro o cinco plantas como mucho, con escaleras frontales para entrar al edificio. Prácticamente no hay rascacielos, ni falta que hacen. En realidad no dejas de pensar en que te encuentras dentro de una comedia amorosa tipo "girl next door" y que en cualquier momento va a salir la chica con el perrito.
Entramos en varios supermercados. En uno de ellos, el dependiente ni se dignó a hablar con ninguno de los clientes anteriores. A mí me ofreció conversación. Nekrolite opina que es discriminación, pero yo creo que simplemente fue cuestión de decir "Hello". Por allí también vimos tiendas especializadas en productos dietéticos, pero no tiendecitas, almacenes de dos plantas... Supongo que es sólo que allí todo es muy grande.
Comimos por allí y volvimos a Manhattan cruzando el Brooklyn Bridge. Desde luego es un paseo que no puede perderse.
Brooklyn Heights - Brooklyn - Top of the Rock
El sexto día amaneció especialmente caluroso... lo que era un problema teniendo en cuenta que íbamos a pasar el día al aire libre. Hoy tocaba ir a Brooklyn.
Brooklyn Heights es una zona privilegiada desde la cual puede verse la línea de edificios de Manhattan. Un poco más al norte, también los dos puentes principales de Nueva York que unen la isla sobre el East River. Para llegar hay que pasar por una zona semi-industrial que estaba en obras. Allí descubrimos nuestro primer "autobús de Otto", es decir, el típico autobús escolar amarillo.
Cuando llegas al parquecito, te quedas asombrado. Realmente las vistas son preciosas y es un sitio muy tranquilo desde donde puedes tomar fotos e incluso ponerte a tomar el sol en la orilla. Prácticamente no había gente... y os aseguro que es de las partes más bonitas de NY.
Nekrolite volvería el octavo día para hacer fotos de puestas de sol y con iluminación nocturna. Pero eso es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión. Pero las fotos son increíbles...
Caminar por Promenade ofrece un espectáculo visual realmente asombroso.
A media mañana decidimos que merecía la pena dar una vuelta por Brooklyn. Pasamos por delante de la famosa pizzería Grimaldi's, en la que ya había una cola considerable. De hecho estuvimos entretenidos mirando unos coches de época que había en la gasolinera de enfrente y al darnos la vuelta la cola se había multiplicado.
Como eran las 12, no teníamos hambre y descartamos quedarnos a comer en Grimaldi's. Quizá en otra ocasión.
Según te acercas al centro empiezas a ver el barrio residencial. Las casas son bajitas, de cuatro o cinco plantas como mucho, con escaleras frontales para entrar al edificio. Prácticamente no hay rascacielos, ni falta que hacen. En realidad no dejas de pensar en que te encuentras dentro de una comedia amorosa tipo "girl next door" y que en cualquier momento va a salir la chica con el perrito.
Entramos en varios supermercados. En uno de ellos, el dependiente ni se dignó a hablar con ninguno de los clientes anteriores. A mí me ofreció conversación. Nekrolite opina que es discriminación, pero yo creo que simplemente fue cuestión de decir "Hello". Por allí también vimos tiendas especializadas en productos dietéticos, pero no tiendecitas, almacenes de dos plantas... Supongo que es sólo que allí todo es muy grande.
Comimos por allí y volvimos a Manhattan cruzando el Brooklyn Bridge. Desde luego es un paseo que no puede perderse.
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