sábado, 15 de agosto de 2009

New York - Día 3 - (2ª Parte)

Tiendas, tiendas, y más tiendas
Fifth Avenue - Disney Store - FAO - Apple Store - Dylan's Candy Bar - Grand Central - Chrysler

La que era mi tienda predilecta, resultó ser mi mayor desilusión del viaje. La Disney' Store. Es bonita, es grande... pero es para niños. Me faltó mucho merchandising, sobretodo de Pixar, que prácticamente no había nada. Encontré más cosas en Japón de Disney que aquí. Había cuatro peluches contados y en su mayoría de Winnie the Poo, y claro, toda la fiebre de Hannah Montana y HSM. Lo único a destacar, es que la decoración está bien hecha...



... y la planta de arriba, donde se encuentran las figuras de coleccionista. Las figuras son impresionantes, de gran calidad, nada que ver con las que hay abajo. Claro está, que su precio es mucho más elevado, con lo que no pude comprarme ninguna.
Aún así, disfruté viendo maravillas como estas:





En fin, que entre que lo que podía comprarme no me gustaba, y lo que me gustaba no me lo podía comprar... acabé algo desilusionada.

Para aliviar el mal sabor que había dejado la Disney' Store, fuimos a la FAO. Allí me llevé otro chasco en realidad. Si bien yo iba buscando Barbies de Colección, allí lo que encontré fue más de lo mismo. La Playline y las Barbies nuevas. Nada de antiguas ni descatalogadas ni nada. Más cosas para niños.
En fin, al menos pude ver el teclado de Big, aunque ahora ya no parece tan grande porque está aislado en una salita y no en mitad de la tienda. Creo la FAO es más grande que Toys'r'Us en superficie, pero lo cierto es que la otra me impactó más. Eso sí, la FAO tiene a un par de señores disfrazados a lo Beefeater en la puerta con los que te puedes hacer fotos.

Justo delante, a lo pirámide invertida del Louvre, pero en cuadrado y con una manzana en medio, estaba la Apple Store. Una cola larguísima para pagar, y algo complicado para obtener los productos (hay que pedirlos, no están para cogerlos). Pero es muy 'cool'... como todo lo de Apple.


Después de visitar la Apple store y comprar los souvenirs encargados, fuimos a comer a Moonstruck, donde nos pusieron una señora hamburguesa. La decoración realmente valía la pena de ver.


Después de salir con el estómago lleno, descubrimos una tienda maravillosa: Dylan's Candy Bar. Qué maravilla de decoración y qué delicioso parecía todo... desde la bañera de chicles hasta el suelo de chuches. Realmente merece una visita.
Además, para mi sorpresa, encontré merchandising de Barbie y Disney. Me arrepentí de no comprarme camisetas en las que ponía "Ken is not the only sugar in town" o "Life is short, eat candy".





Aprovecho para decir que no me gustaron las jelly beans, que son las chucherías típicas de allí. Entre eso y los M&M's... una pena.

Una vez finalizado el tema juguetes y chucherías, fuimos de nuevo a la caza de edificios, en este caso, a ver la Grand Central. Antes pasamos por el Waldorf Astoria,hotel en el que antaño se alojaban los presidentes y que incluso tenía una parada de metro propia en caso de emergencia, aunque actualmente ya esté en desuso (o eso dicen...).


La Grand Central, como dice su nombre, es una estación de tren enorme. No sólo tiene varias tiendas y líneas de tren, sino que el hall en sí ya es palaciego.


Quizá lo más impresionante de esta estación es su techo, que emula al cielo con las constelaciones. Nos habían dicho que al atardecer se iluminaba con la luz del crepúsculo, pero no conseguimos verlo aunque esperamos bastante tiempo. De todas formas, es preciosa.


Salimos de la estación para ir al interior del Chrysler antes de que cerrara. Por el camino nos encontramos con esto:


Como curiosidad añadiré que es muy frecuente encontrar banderas americanas por la calle... en grandes cantidades y en cualquier sitio. Es increíble como algo tan normal allí es totalmente inpensable aquí. Da para una buena reflexión.

No subimos al Chrysler, primero porque teníamos pensado ir al Top of the Rock y segundo porque seguía sin tener cámara. Aún así, entramos dentro para ver la decoración. Realmente resulta difícil decidir si los edificios son más espectaculares por dentro o por fuera.




Después fuimos a hacer varias fotos nocturnas y de nuevo a visitar Times Square.
Se acababa otro día.

May each step you take be sweet!

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