Y todo tiene un fin...
Compras - Aeropuerto JFK - Aeropuerto Charles de Gaulle
Llegamos al último día en NY. Como viene siendo costumbre en los viajes anteriores, el último día se dedica a la compra de souvenirs, esos que la gente te pide y luego guarda en un cajón.
Debo decir que no soy muy dada a ellos, y la verdad es que me repatea en el alma llevar cosas sin sentido a la gente (a todos igual, por supuesto) como platitos, llaveros o dedales.
Lo que sí que hago es que si alguien me pide algo en concreto, lo busco con ahínco. En NY además había un problema de base: mi equipaje de cabina, que ya de por sí venía lleno. Así que esta vez los recuerdos iban a ser más bien escasos.
Dejamos la maleta en el hostal y nos dirigimos hacia Manhattan. Según mis cálculos, podría almacenar como mucho 3 o 4 cosas de poco volumen y de aún menos peso.
Tenía como misión encontrar una tienda donde vendían unas Iron Fairies, pero estaba en obras y no pude comprar nada. Me pasé por la Nintendo World y por la tienda de M&M's para solucionar tema regalos. Las otras camisetas que tenía por encargo ya las había ido comprando por Times Square. También fui a la tienda del los musicales de Disney, donde adquirí un peluche de Scar (caracterizado como en el musical) y el libro del mismo (era más barato en la tienda que allí dentro). Acabé en Fifth Avenue, donde quería comprarme un alien de Toy Story que si le apretabas decía "ooohhh ahhhh" (grandioso...) pero entonces vi un Dumbo bebé y pensé que sólo me cabía uno de los dos en la maleta (el Dumbo era para una amiga que sé que le gusta mucho y además tenía el cumple dentro de unos días)... pero entonces me acordé que había comprado el regalo de Ruto y el de Atenea, y ya no me iba a caber más, así que dejé los dos peluches y me fui casi llorando de la Disney Store.
Compras - Aeropuerto JFK - Aeropuerto Charles de Gaulle
Llegamos al último día en NY. Como viene siendo costumbre en los viajes anteriores, el último día se dedica a la compra de souvenirs, esos que la gente te pide y luego guarda en un cajón.
Debo decir que no soy muy dada a ellos, y la verdad es que me repatea en el alma llevar cosas sin sentido a la gente (a todos igual, por supuesto) como platitos, llaveros o dedales.
Lo que sí que hago es que si alguien me pide algo en concreto, lo busco con ahínco. En NY además había un problema de base: mi equipaje de cabina, que ya de por sí venía lleno. Así que esta vez los recuerdos iban a ser más bien escasos.
Dejamos la maleta en el hostal y nos dirigimos hacia Manhattan. Según mis cálculos, podría almacenar como mucho 3 o 4 cosas de poco volumen y de aún menos peso.
Tenía como misión encontrar una tienda donde vendían unas Iron Fairies, pero estaba en obras y no pude comprar nada. Me pasé por la Nintendo World y por la tienda de M&M's para solucionar tema regalos. Las otras camisetas que tenía por encargo ya las había ido comprando por Times Square. También fui a la tienda del los musicales de Disney, donde adquirí un peluche de Scar (caracterizado como en el musical) y el libro del mismo (era más barato en la tienda que allí dentro). Acabé en Fifth Avenue, donde quería comprarme un alien de Toy Story que si le apretabas decía "ooohhh ahhhh" (grandioso...) pero entonces vi un Dumbo bebé y pensé que sólo me cabía uno de los dos en la maleta (el Dumbo era para una amiga que sé que le gusta mucho y además tenía el cumple dentro de unos días)... pero entonces me acordé que había comprado el regalo de Ruto y el de Atenea, y ya no me iba a caber más, así que dejé los dos peluches y me fui casi llorando de la Disney Store.