miércoles, 19 de agosto de 2009

New York - Día 7 - (2ª Parte)

Cuando el diablo no tiene qué hacer...
Staten Island - Estatua de la Libertad

Después de pasar prácticamente todo el día en Central Park, decidimos ir a comer/merendar a un restaurante típico americano llamado Key West Diner&Cafe. Está en Brodway entre la 93th y la 94th. Qué decir, que la hamburguesa era divina... pero sobretodo... el queso de cabra que era igual o más grande que la hamburguesa... ah.. queeeso... El personal muy amable. La chica que nos atendió incluso nos preguntó qué habíamos visto y estaba encantada por poder recomendarnos cosas. Tan buen rollo... que me convenció para probar el cheesecake típico de la zona. Apenas pude con la mitad. Estaba delicioso, pero ni siquiera mi segundo estómago para los dulces podía con tal montaña. Además, a parte del pastel de queso en sí, venía con fresas naturales, sirope de fresa y para deleite de los ojos además del estómago, habían decorado el plato también con sirope de varios colores.
Salimos de allí con el estómago a reventar, pero más felices que dos niños con juguetes nuevos.

Lo malo es que se nos había pasado prácticamente todo el día, y aunque no teníamos un horario estricto que seguir, no quedaban muchas cosas abiertas a esa hora. Así que decidimos ir a dar un paseo por el puerto a ver si podíamos acercarnos a la Estatua de la Libertad.
El caso es que los ferrys que llevaban hacia ella eran bastante caros y tenían unos horarios que no nos convencían. Así que descartamos ir hacia allí. Nekrolite ya había estado, y yo realmente no tenía mucho interés en ella.
De este modo acabamos sin ningún motivo aparente cogiendo el ferry para Staten Island, que te da un paseo bonito por el río (sobretodo al atardecer) y puedes observar la Estatua de la Libertad de lejos. Además, es totalmente gratuito.
Si vais en verano, recomiendo ponerse delante del todo para notar el viento en la cara mientras el ferry navega. Para ver bien la Estatua, hay que ponerse en el lado derecho y preferiblemente llevar un teleobjetivo.

Nos quedamos allí en la estación contemplando un acuario muy bonito hasta que salió el siguiente ferry hacia NY. Podríamos haber visitado un poco la isla, pero estábamos bastante cansados. Así que nos dirigimos de nuevo a Times Square a visitar más tiendas (no se acaban nunca...).
Aquella noche consulté por Internet las entradas para el Rey León. Estaban agotadas.

That's life...

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