domingo, 17 de octubre de 2010

Berlín - Día 8 - (Final)

Nos levantamos con dirección a la antigua cárcel de la Stasi, la Stasi era el órgano de inteligencia de la Alemania Oriental, éste se encuentra también prácticamente a las afueras de Berlin y la verdad que nos decepciono bastante. No me acuerdo cuanto nos costo la entrada, pero era gratuito ver los alrededores, pero no las prisiones subterráneas que había allí que tenían que ser visitadas junto a un guia, en alemán, y claro alemán sabíamos poco.

Había otra guia en inglés pero esa visita no se hacia hasta alrededor de las 14:00, y estábamos allí a las 10:00 de la mañana, empezamos la de alemán pero los que se encargaban de explicar (prisioneros que habían estado allí), hablaban bastante pero claro no nos enterábamos nada. Así que a mitad nos acabamos yendo de allí.


Tomamos el autobús y el tranvía para dirigimos a Postdamer Platz nuevamente para hacerle una ultima visita al sitio, también porque uno de los compañeros de viaje quería que en el pasaporte le sellaran como me hicieron a mi el martes, con los sellos desde los distintos pasos por el muro de Berlin.

Ya es cerca del mediodía y comemos por allí con salchichas, currywrust o cheeseburger a 1 € en los Mc Donald's. También compramos en el centro comercial los últimos souvenirs de allí, en particular yo ya había comprado casi todo el viernes en una tienda de Kurfünstendamm, pero allí había una tienda especial Ampelmann, del que compre un bolígrafo y un llavero.

Y os preguntareis ¿qué es un ampelmann? Bueno, desde el primer día nos dimos cuenta que los semáforos en Berlin eran distintos en función de en que zona de la ciudad te encontrarás, si estabas en la zona occidental los semáforos eran como siempre, pero en la zona oriental los muñecos de los semáforos son totalmente distintos, el ampelmann hace referencia a estos muñecos.


Tras el tentempié y la compra, nos dirigimos al último trozo de muro que andaba por allí cerca, pasando por el actual ministerio de economía de Alemania, que en la época del III Reich era el ministerio del aire (es de los pocos edificios que se mantuvieron intactos tras los bombardeos). Nos encontramos con otros de los omnipresentes de la ciudad. Desde el primer día veíamos un globo en lo alto de la ciudad, la cosa era que te podías montar en él a unos 15 € si mal no recuerdo. Lo llegamos a ver el primer día....


Además en el mismo parque donde estaba situado el globo, teníamos una colección de minis antiguos junto con un trozo de muro extraído de la zona original donde estaba.



Y otra tienda de souvenirs al lado, no lo había contado, pero allí se vende también bolsas con trozos de piedra que ellos dicen que formaban el muro (al estilo de las virutas de madera que formaban la cruz de Cristo y esas cosas...)

Y finalmente, llegamos al último trozo de muro que nos quedaba por ver, llamado Topographie des Terrors, donde había multitud de textos, fotografías, vídeos y paneles donde explicaba toda la historia de Alemania desde que Hitler se convierte en canciller de Berlin hasta bien entrada la guerra fría. El silencio allí es sepulcral y eso que había mucha gente allí, nos tiraríamos casi dos horas cada uno viendo aquello ya que te daban mucha información para que te inundarás en lo que fue Alemania en esa época, además había también una especie de museo con más información, sobretodo de los campos de concentración en los distintos países que dominaron los nazis.


El edificio que se ve por detrás del muro, corresponde al edificio de la Gestapo por aquel entonces. De entre todo aquello, en el que viene la persecución a judíos, homosexuales, gitanos e incluso un documento firmado por Hitler en el que da el consentimiento que aquellas personas que estuviera enfermas pudieran ser ejecutadas, me quedo con una frase y una fotografía.


Hay que decir que no levantar la mano al paso del führer estaba duramente castigado con la cárcel e incluso podías ser juzgado por traición.

Desde allí tiramos para Checkpoint Charlie, que se encontraba casi al lado, de nuevo en la calle Friedrichstrasse (fuera a donde fuéramos estaba esta calle xD) y cerca también del barrio de Kreuzberg.

Checkpoint Charlie es uno de los puestos fronterizos existentes cuando el muro de Berlin, y separaba las zonas soviéticas de la americana de Berlin. Allí también fue donde se produjo la primera víctima del muro de Berlin, al intentar atravesar desde el lado soviético al americano, se llamaba Pete Fechter.




Allí nuevamente se encontraban situados el Mc Donald's y el Starbuck, presentes justo al lado de cualquier monumento de la ciudad. Subiendo la calle en dirección a la zona americana, teníamos el museo del puesto fronterizo, digno para aquellos que manejen pasta gansa, seguramente el más caro del que vimos.

Desde allí, empezamos a andar rumbo al antiguo aeropuerto Tempelhof de Berlin, clave durante la posguerra, ya que cuando se hizo el reparto de Berlin, debido al bloqueo de los soviéticos a la entrada por carretera o río, hacia que se pudiera acceder a ciertas partes de la ciudad exclusivamente por aire (si, desde la misma ciudad a otra parte de la ciudad, solamente por avión ¬¬).

Allí teníamos un monumento también conmemorativo a los pilotos que murieron durante esos años.


Una vez visto esto, y tras tomarnos unas cervezas mientras visitábamos el aeropuerto, disfrutamos tranquilamente de la tarde noche en Berlin, con el festival de luces por la noche de la ciudad.




Una vez terminada nuestra ruta nocturna, decidimos que el dinero que nos sobra vamos a gastarlo en una buena cena para despedir Berlin, para ello cogemos el metro y nos dirigimos a la zona del Berliner Dom, donde había varias tabernas típicas berlinesas. Al final, tras mirar en varios locales, llegamos a la taberna de la que hable el jueves por la mañana:


Por casualidad, llegamos allí y nos ponemos a beber cerveza de trigo y a pedirnos una buena cena, yo en mi caso repetí el codillo berlinés, que estaba exquisito, la comida si mal no recuerdo nos salio en torno los 12-14 euros. Antes de entrar, en la puerta de la taberna una española nos lo recomendó bastante y la verdad que no nos engaño.


Una vez que terminamos, camino de vuelta al hostal a descansar, para levantarnos pronto para coger el avión rumbo a Málaga hacia España, el viaje había terminado.

P.D.: Cuando llegamos a la estación de autobuses de Málaga, nos dimos cuenta de que ya estábamos en España, un cartel ponía "Vuelvo en unos minutos"...

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